Es muy probable que te suene este ingrediente, incluso aunque no tengas mucho interés en el mundo de la cosmética. Además, si te pido que nombres la primera marca que te venga a la cabeza cuando leas Q10, casi seguro que contestas Nivea.

Efectivamente fue Beiersdorf (fabricante Nivea) quien lo introdujo en nuestras vidas a través de una potente campaña publicitaria. Desde entonces, es casi imposible no verlo en las secciones de cosmética de cualquier supermercado o droguería.

De hecho en este post te muestro fotos de algunas de las cremas más populares con Q10. Casi seguro que has utilizado alguna de ellas. Por eso no estaría mal conocer un poco mejor en qué consiste este ingrediente, ¿verdad?

La coenzima Q10 (conocida también como ubiquinona o CoQ10), es una sustancia liposoluble que se encuentra presente de forma natural en nuestros tejidos. Aunque durante nuestra juventud el cuerpo es capaz de producirla en cantidades suficientes, a medida que cumplimos años el organismo va encontrando problemas para cubrir la demanda.

La ubiquinona, descubierta en 1957, juega un papel vital en la producción de energía de nuestras células. Sin embargo, esta no es la razón por la que se incluye en los productos cosméticos, sino por sus fantásticas propiedades antioxidantes.

Como antioxidante, la coenzima Q10 puede ayudarte a prevenir la pérdida de firmeza de la piel asociada de forma natural a la edad. Además, puede ayudar a combatir los radicales libres antes de que produzcan daños en nuestras células. Estos daños, asociados a una excesiva exposición solar y la contaminación, acaban apareciendo en nuestro rostro en forma de sequedad y arrugas. Por esta razón tu rutina de cuidado facial no debe enfocarse sólo en reducir los daños, sino en prevenirlos. Ahí es donde los antioxidantes juegan un papel crucial.

Existen además diversos estudios in vivo donde el uso tópico de Coenzima Q10 ayudó a reducir las arrugas del rostro de forma considerable. Resultó incluso efectiva con las llamadas patas de gallo (las que se forman en la zona exterior de los ojos). Sin embargo estas investigaciones se llevaron a cabo con concentraciones de ubiquinona muy superiores a las que se utilizan en cosmética y un periodo de tiempo de entre 5-6 meses. Esto no significa que no sea efectiva en cuanto a la reducción de los signos visibles de la edad. Simplemente en este campo no es tan potente o rápida como otros activos.

Por otro lado, independientemente de las fuentes naturales de ubiquinoa (el pescado azul, los frutos secos, los huevos, las espinacas…) es posible encontrar suplementos orales. En 2016 una investigación demostró que la ingesta diaria durante 3 meses de suplementos de Q10 (50-150mg) ayudó a reducir la apariencia de las arrugas y mejoró la suavidad de la piel de los sujetos del estudio.

En vista de todo lo anterior debes estar pensando en adquirir un producto con Q10 tan pronto como puedas. Mi consejo personal es el siguiente: no lo apuestes todo a un sólo ingrediente por muy potente que sea. Lo entenderás mejor con el siguiente ejemplo: no puedes hacer una paella sólo con arroz por muy bueno que sea o por mucho que añadas. El cuidado de la piel es algo similar a la cocina en ese sentido.

En concreto, los beneficios de los antioxidantes se ven potenciados cuando trabajan de forma sinérgica con otros antioxidantes. Por eso puedes añadir un serum con Q10 a tu rutina si deseas completar la protección o adquirir un producto que contenga diversos antioxidantes para garantizar el mejor de los resultados.

Recuerda que los antioxidantes se degradan con la exposición a la luz o al aire. Por eso, si no quieres que tu crema o serum pierda sus propiedades en cuestión de semanas, intenta evitar tarritos con tapa o envases que no protegen de la luz.

Y tú, ¿antes de leer este post conocías en qué consiste la ubiquinona o por el contrario usabas alguna crema con este ingrediente sin saber muy bien de que se trataba?