Tan importante como hacer un ejercicio es hacerlo bien. Las archiconocidas sentadillas son un ejercicio muy popular para el fortalecimiento de glúteos, cuadríceps, aductores e isquiotibiales entre otros. Nos encanta por su facilidad para realizarse en cualquier parte y sin necesidad de equipo, ya que utilizamos nuestro propio peso. Es un ejercicio de gran efectividad, que nos ayuda a tonificar el tren inferior y a mejorar nuestro equilibrio y elasticidad.
Sin embargo, si no las realizamos correctamente podemos restarles efectividad y lograr lesionarnos.
- No levantes los pies del suelo. Si no mantienes los pies en el suelo tus glúteos no estarán trabajando y además puedes estar sobre cargando las rodillas. No levantes ni las puntas ni los talones.
- No curves la espalda sobrecargando la zona lumbar. Aunque las sentadillas se centran en la parte inferior del cuerpo, si es necesario utiliza los músculos centrales para ayudarte a mantener las espalda en la posición correcta.
- No flexiones las rodillas hacia dentro o fuera del cuerpo ya que sólo conseguirás sobrecargar las articulaciones. Mantenlas alineadas con la línea de los pies, que deben estar abiertos en un ángulo de 30º.
- Mantén la vista al frente para que tu cuello no sufra y ayudes a mantener la espalda recta al bajar. Piensa en mantener tu cabeza en línea con tu torso.
- La sentadilla acaba cuando tus muslos están alineados en paralelo con el suelo. Si eres capaz de controlar tu cuerpo puedes incluso realizar un mayor descenso.
