Es muy probable que repasando los componentes de tus cosméticos te hayas topado alguna vez con uno de estos ingredientes. El escualeno es una sustancia que definitivamente te conviene conocer. Además, si no lo has hecho ya, no estaría de más que incluyeras algún producto con escualano en tu rutina de cuidado facial.

No, no hay ningún error de escritura: escualeno (con «e» ) y escualano (con «a») son dos cosas distintas. Si te interesa conocer la diferencia entre ellas y cuáles son sus beneficios en nuestra piel, te invito a que sigas leyendo.

¿En qué consiste el escualeno o squalene?

Aunque no hayas oido hablar de él antes, el escualeno no es una sustaciancia ajena a nuestro cuerpo. Por si no lo sabías, alrededor del 13% del sebo humano es escualeno.  Es decir, el cuerpo lo produce formando parte así del factor natural de hidratación de la piel. Si embargo, aunque durante nuestra juventud los niveles de escualeno en la piel se mantienen estables, a partir de los 30 años aproximadamente comienzan a decrecer.

Este líquido oleoso tiene propiedades antioxidantes que neutralizan el daño ambiental además de ayudar a mantener la piel hidratada.

Originariamente, la principal fuente de escualeno provenía del hígado de tiburón (escualo). Por cierto, este aceite se utiliza además como adyuvante en algunas vacunas ya que mejora el sistema inmunitario y aumenta la eficacia de las mismas. Podéis haceros una idea de la tristes razones por las que su captura se ha incrementado últimamente…

Afortunadamente existen otras opciones de las que extraerlo como el amaranto, el salvado de arroz o la que constituye la principal fuente vegetal de escualeno: nuestros preciados olivos.

La mayoría de las casas de cosmética utilizan escualeno de fuentes sostenibles vegetales o incluso lo obtienen biotecnológicamente a partir de la levadura (saccharomyces cerevisiae). Además, hoy en día en el envase de los productos se indica si el contenido es vegano o sin crueldad animal, por lo que nunca vas a utilizar por error un producto con escualeno de procedencia animal.

Hasta aquí todo bien. El problema viene porque químicamente hablando, el escualeno es un hidrocarburo insaturado con gran tendencia a la oxidación, lo que traducido al castellano quiere decir que al ser poco estable tiene una vida útil muy corta. Además, al oxidarse fácilmente puede incluso desencadenar acné, por lo que no todas las pieles pueden utilizarlo.

¿Qué hacemos entonces? Pues muy fácil: crear una versión optimizada, el escualano.

Escualano o squalane

El escualano es la versión hidrogenada del escualeno para hacerlo más estable, aumentar su caducidad y que no se deteriore tan rápidamente .

Si tienes la piel grasa y por lo general huyes de los aceites escucha esto: el escualano es no comedogénico. Es incluso seguro para aquellas personas que sufren de acné fúngico por lo que no debes temer que vaya a provocarte granos.

Por otro lado, la especial composición de algunos aceites vegetales les confieren fantásticas propiedades. Sin embargo, entre todos esos componentes existen algunos capaces de irritar las pieles más sensibles. En este sentido, el escualano es un aceite más sencillo: nuestra piel lo reconoce como una sustancia natural inherente a ella. Por eso no tiene problemas en aceptarlo y no se irrita al entrar en contacto con él. De hecho existen estudios donde se demuestra que ni siquiera concentraciones del 100% producen irritaciones, por lo que aquellas personas con piel sensible pueden usarlo sin problema.

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Beneficios en nuestra piel

Como siempre os digo: una piel bella y sana comienza por una piel hidratada. Pues bien, el escualano es un fantástico ingrediente emoliente que ayuda a mantener la hidratación evitando la pérdida de agua trans-epidérmica.

Lo mejor de todo es que al contrario que otros aceites, se absorbe rápidamente y no deja un residuo tan graso y pesado. Por decirlo de alguna forma tiene una textura más elegante.

El escualano refuerza la barrera natural de protección de la piel, ya sabes, la barrera natural que mantiene al margen gérmenes y otras sustancias contaminantes e irritantes. Al igual que lo hace el sebo de nuestra piel, este aceite la lubrica de forma cómoda gracias a su naturaleza ligera. Es reconocido por otros lípidos presentes en nuestro rostro como el colesterol y las ceramidas reparando así la barrera natural y consiguiendo que nuestra piel esté más sana y menos reactiva.

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Entre los beneficios del escualano se encuentran también sus propiedades antioxidantes que ayudan a neutralizar el daño causado por la exposición a la radiación solar. Y no solo eso, también combate lo que se conoce como peroxidación lipídica, que afecta a las grasas naturales presentes en nuestra piel y puede desencadenar en problemas de acné.

Como introducirlo en tu rutina de belleza

Hay ciertas épocas del año en las que notamos un aumento de la sequedad en nuestra piel y por esa razón necesitamos un extra de hidratación. Si tienes aceite de escualano en casa puedes utilizarlo de forma directa en tu rostro o añadir unas gotas a tu crema hidratante. Y no solo eso, tu cabello también puede beneficiarse de su uso al igual que sucedía con el aceite de argán del que hablamos hace muy poco.

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Aun así, lo más común es encontrarlo formando parte del listado de ingredientes en serums, cremas o limpiadores faciales, acompañando a otros activos para completar o potenciar los beneficios del tratamiento. Por ejemplo, es frecuente encontrar escualano y retinol juntos en productos anti-envejecimiento, ya que este aceite ayuda a estabilizar el retinol cuando entra en contacto con el oxígeno.

Vimos como el ácido hialurónico funcionaba como un potente imán de agua para la piel. Utilizado junto con el escualano forman un equipo fantástico: el primero funciona como humectante atrayendo la humedad del entorno mientras que el segundo la sella e impide la pérdida de hidratación del rostro.

Puedes encontrarlo también en productos con Vitamina C para suavizar, iluminar y aportar a la piel una dosis extra de antioxidantes.

Salvada la cuestión del origen animal, pocas pegas pueden ponérsele entonces al escualano como ingrediente: es super hidratante, funciona para todo tipo de pieles al no provocar acné ni irritaciones, y tiene una textura más ligera que la de otros aceites. Ya no hay excusas para no disfrutar de una piel suave y sin tiranteces, mullida, protegida y sana.

Y tú, ¿conocías las diferencias entre escualeno y escualano y todas sus propiedades?