El antiojeras Shape Tape Concealer de Tarte es probablemente el corrector más famoso del mundo. Tanto, que la marca afirma vender uno cada 12 segundos. Está claro que algo debe tener este top ventas como para que al menos nos despierte la curiosidad de comprobar si funciona en nuestro rostro.

Sin embargo, la casa acaba de lanzar una nueva versión ultra creamy (ultra cremosa) más adecuada en teoría para pieles secas o maduras. Por eso, antes de que te lances a comprar el tuyo, te invito a que leas esta entrada y conozcas cuales son las características de cada uno. ¿Tienen la misma cobertura, precio o textura? Descúbrelo aquí.

Segun Tarte, el Shape Tape clásico posee una fórmula de cobertura completa capaz de aguantar en buen estado hasta 16 horas, alisa e ilumina la zona de la ojera y no se cuartea ni enfatiza las arrugas. Está enriquecido con manteca de karité, manteca de mango y raíz de regaliz para mantener la elasticidad e hidratación de la piel y combatir la aparición de las ojeras. Además es vegano, no comedogénico y está formulado sin parabenos, aceites minerales, triclosan, ftalatos o lauril sulfato de sodio (SLS).

Con esta carta de presentación solo quedaba probarlo, y es aquí donde vienen los «peros». Si tienes la piel seca o la zona de los ojos ya cuenta con arruguitas, lo último que necesitas es un producto que te eche años encima en la mirada. Mi rostro cumple las dos condiciones de arriba, y por eso, a pesar de reconocer que el Shape Tape es un corrector fantástico para pieles jóvenes o grasas, desafortunadamente no funciona de forma óptima en mi caso.

Tarte ha escuchado a las miles de consumidoras para las que, al igual que para mi, su producto estrella no funcionaba y ha lanzado la versión ultra cremosa de su clásico corrector.

Las dos variantes se presentan en el mismo formato de 10ml (1ml la versión de viaje) con similar aplicador y el mismo número de tonos: 35. Aunque el precio oficial de ambos es el mismo: 28€, en Sephora, la versión ultra-creamy se vende 2€ más barata que la clásica.

El nuevo Shape Tape Ultra Creamy promete ser más hidratante y no enfatizar las líneas de expresión, todo ello manteniendo la cobertura y la resistencia a la humedad del corrector clásico. ¿Será cierto? Vamos a compararlos.

Para poder observar mejor todas las características he realizado dos test, uno en el brazo y el otro en el rostro. Lo primero que he notado es que la fórmula clásica tiene un tono ligeramente más oscuro que la cremosa. Una vez difuminado en el rostro y al usar menos cantidad, este hecho es prácticamente imperceptible, pero quería anotarlo por si notáis cierta diferencia en las fotos. En ambos casos he utilizado el tono 29N Light-medium.

La segunda diferencia tiene que ver con la textura: la nueva formula resulta algo más ligera que la original. Ambas se difuminan sin problemas, pero al tacto, el Shape Tape clásico se notaba quizás algo más denso.

Respecto a la cobertura, una vez difuminados presentan una opacidad similar como veis en la fotografía de abajo. Con una sola capa no he logrado cubrir todo el delineado, pero salvo que tengáis alguna mancha muy oscura que queráis disimular, debería ser suficiente para cubrir el tono de la ojera si no queréis aplicar un poco de producto extra.

Por otro lado, el acabado de ambos sí que parece algo diferente. Si os fijáis en la fotografía superior, el Shape Tape clásico se muestra más mate, mientras que el Ultra Creamy tiene un acabado más natural y luminoso.

He mojado ambos swatches para comprobar si realmente eran waterproof como afirma Tarte. Efectivamente, después de mojar el brazo y frotarlo con la mano, los dos antiojeras estaban intactos. Sin embargo, respecto a la durabilidad he notado que la fórmula original ha resistido mejor el paso de las horas, algo que coincide con la diferencia de durabilidad que anuncia la marca: 16h en el caso del original frente a las 12 en el caso del cremoso.

Veamos ahora como se comportan ambos correctores en el rostro. Debo mencionaros que desafortunadamente es difícil apreciar los detalles en las fotografías, pero os comento a continuación lo que se aprecia claramente en vivo.

En la imagen inferior tenéis la zona del ojo en la que he aplicado el Shape Tape Clásico. Además de llevar gafas, suelo tocarme mucho los ojos por eso me parecía bien echarle un vistazo al producto a las 8h y no esperar 12h. Si observáis, la cobertura se mantiene muy bien, mejor que en la nueva fórmula. Sin embargo, en vivo la ojera se muestra más pesada, menos natural y con las arruguitas algo más marcadas.

Si observáis ahora la fotografía de abajo (que corresponde al Ultra Creamy tras 8h), notaréis como en este caso ha perdido cobertura y se advierte parte de la ojera (fijaos en la esquina inferior izquierda). Sin embargo, aunque en la imagen no se aprecie bien, en vivo toda la zona se veía mucho más natural e hidratada, y la piel de la ojera no parecia tan pesada.

Podemos así decir que, aunque en un primer momento la cobertura de ambas versiones parece similar, el Shape Tape clásico sin duda aguanta mejor el paso de las horas. Si tienes la piel normal-grasa y todavía no ha aparecido arruguitas en esa zona, es una opción fantástica a tener en cuenta si andas en busca de un buen corrector.

Sin embargo, si necesitamos una fórmula que se adapte mejor a pieles secas y/o maduras, el Ultra Creamy va a proporcionarte un resultado mucho más natural, aportándote esa luminosidad que no vas a conseguir con el acabado matificante del primero. Además incorpora algunos ingredientes hidratantes y calmantes como ácido hialurónico, opuntia-ficus indica, filipendula ulmarina, gingseng o escualano, que no vamos a encontrar en el Shape Tape original y que nunca están de más para mejorar el estado de la piel.

¿Fórmula clásica o ultra cremosa? Espero que esta entrada te haya ayudado a descubrir cual es la opción más adecuada para lucir una mirada alegre y expresiva sin rastro alguno de cansancio.

Shape Tape y Shape Tape Ultra Creamy, disponibles en Sephora.